Nos hemos de arriesgar si queremos alcanzar la FELICIDAD y el BIENESTAR. ¿A quién no le gustan las aventuras?
Arriesgarse es probar, es elegir. Es empezar y continuar, pero también es terminar. Es dar, recibir y compartir. Arriesgarse es sentir, es llorar, es sorprender, es soltar, e inevitablemente es ACEPTAR. Es gritar y por supuesto callar. Implica perder, pero con ello aprender, por ello arriesgar siempre es GANAR. Es comer y cocinar, es innovar, es experimentar. Es mentir y decir la verdad. También buscar y decidir. Arriesgarse es acompañar y con ello CRECER. Es paladear, soñar y triunfar. También implica amar y soltar. Es CAMBIAR, ¿y por qué no cambiar?